Ella no era la chica que él siempre soñó. Él no era el chico que ella imaginó para ella. Ninguno de los dos eran un ejemplo a seguir, pero por algún azar del destino se volvieron perfectos el uno para el otro.
miércoles, 29 de octubre de 2014
“Me gusta perderme ante ese par de luces que ilumina tu rostro, me gusta quedarme quieto, atento… observando tus ojos.”
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