Ella no era la chica que él siempre soñó. Él no era el chico que ella imaginó para ella. Ninguno de los dos eran un ejemplo a seguir, pero por algún azar del destino se volvieron perfectos el uno para el otro.
jueves, 6 de diciembre de 2012
Esa sensación de sentir tu piel junto a la mía, de saborear tus dulce labios, de sentir tu perfume en mi nariz, de observar tu penetrante mirada. Esa sensación, no la cambio por nada.
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