Ella no era la chica que él siempre soñó. Él no era el chico que ella imaginó para ella. Ninguno de los dos eran un ejemplo a seguir, pero por algún azar del destino se volvieron perfectos el uno para el otro.
miércoles, 16 de mayo de 2012
Si desconfio, es porque confié demasiado y me fallaron. Si soy celosa, es porque cuando no lo fui, me cambiaron. Si me enojo demasiado, es porque cuando lo aguante todo, se aprovecharon. Si te digo que te quiero, es porque de verdad lo siento. Y si no lo demuestro, es porque tengo razones para no hacerlo. Si te digo 'para siempre', es porque quiero tenerte siempre a mi lado. Si te pido perdón, es porque soy capaz de tragarme mi orgullo por vos.
—
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario