Ella no era la chica que él siempre soñó. Él no era el chico que ella imaginó para ella. Ninguno de los dos eran un ejemplo a seguir, pero por algún azar del destino se volvieron perfectos el uno para el otro.
viernes, 27 de abril de 2012
¿Cuantas veces nos hemos querido poner perfectas porque sabiamos o por lo menos intuiamos que lo íbamos a ver? nos tirábamos horas ante el armario y el espejo porque queriamos estar deslumbrantes, queriamos que se muriera de ganas por abrazarnos y que le dijera a sus amigos "es perfecta , me tiene loco..."
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