Ella no era la chica que él siempre soñó. Él no era el chico que ella imaginó para ella. Ninguno de los dos eran un ejemplo a seguir, pero por algún azar del destino se volvieron perfectos el uno para el otro.
martes, 24 de abril de 2012
Corre hasta quedarte sin aliento, hasta no poder más, hasta llegar a la meta, hasta ganar, no pares hasta conseguir lo que quieres, si no nunca lo conseguirás. Salta hasta sentir que puedes tocar las nubes incluso abrazarlas, sentarte en ellas, como si nadie fuera a impedírtelo. Cree todo lo que salga de tu boca, tus mentiras, rumores, críticas, sentimientos, pero no todo lo que digan los demás. Vive tu vida como si mañana fuera tu último día, como si no fueras a disfrutar más de ella, como si fueran dos días. Nunca dejes nada atrás y mucho menos, nunca te quedes atrás. Quiere, olvida y vuelve a querer.
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