Ella no era la chica que él siempre soñó. Él no era el chico que ella imaginó para ella. Ninguno de los dos eran un ejemplo a seguir, pero por algún azar del destino se volvieron perfectos el uno para el otro.
viernes, 9 de marzo de 2012
TU
Voy a comerte hasta empacharme de locura. Darte mordisquitos en la oreja hasta ver en tu boca una sonrisa tonta, y devolverte una sonrisa estúpida. Quiero perderme en tu mirada, y jugar a un juego en el que sólo el que lo da todo es el que gana. Sentir tu respiración acompasada, y sincronizarnos tan milimétricamente que en mi cabeza pueda ver tu mente desordenada. Quiero pegarme a ti. Y, si quiere, que se acabe el mundo; que yo me quedo aquí.
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